Aunque
la pusieron el nombre de Jimena, ella se desarrollo de una manera
diferente a la de la princesa medieval. Su nombre siempre ha
contrastado con los clásicos haciendo un punto diferente. Su pelo
recibe algún mechón de un color no normal, verde, violeta, rojo.
Encontró en los tintes un reflejo de diferenciación con la
normalidad.
Jimena
busca un punto de particularidad donde siempre se lleva una linea
plana en la vida de cada uno. Siempre buscando algo que te saque de
esa proyección con una fiesta, un viaje, una nueva adquisición. Esa
monotonía que hace que puedas dejar de pensar para ser parte del
rio. Le gusta formar parte del agua pero también necesita salir y
saltar por las riberas y a correr entre los árboles.
De
una manera autodidacta ha ido aprendiendo todo lo que le ha ido
interesando, pero sin anclar en nada concreto. Su relación con los
chicos ha sido muy parecida a la de ellos. Por ello la hacen ser una
chica muy particular. No se deja enredar por palabrería y consigue
analizar un mirada, un gesto, sin sentido para la mayoría.
Reflexiona sobre ello y logra su composición, diferente al resto de
mortales.
Ayer
fue a una entrevista de trabajo, pero la oferta era tan gris y tan
mal pagado. Que fue composición sobre que hacer y como llevarlo a
cabo. Había trabajado en trabajos esporádicos pero nunca llego a la
composición de aceptar uno más o menos fijo, con su consecuencia.
La
decisión estaba tomada, dejar su nido familiar para desarrollar sus
inquietudes y ser remera en su vida.
La
analogía con la figura del rio fue clave para definir su vida y la
elige como forma de decisión en su actuación personal.
Tan
clara esta su manera de pensar solo queda actuar.
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