Juan se siente decepcionado pues
los números no acompañan a sus expectativas.
En su cabeza se han formado unos dígitos
que no siempre se cumplen, esto le lleva a estar cabizbajo, de alguna manera
triste por ver que lo pensado no se cumple en la proyección por él creada.
Triste se acerca a su realidad y
navega por ella.
Por fin llama a su amigo Andrés
para comentárselo y poder salir del bucle en el que está inmerso.
Andrés es siempre muy claro, no
da vueltas, expresa con rotundidad lo
que piensa y queda para un análisis posterior el mensaje.
-Juan piensa que te va a tocar la
lotería, por ello te acercas al establecimiento y compras un billete de la
misma. Tu pensamiento esta en alcanzar el premio gordo y comienzas una
distribución del mismo, según tus necesidades o apetencias. Pero, por otro lado
esta la ley de probabilidades de que ocurra, la obtención del premio, en una posibilidad
muy baja. Entonces tu te cabreas por no haber alcanzado el objetivo y hasta te
criminalizas, por haberte gastado el dinero. Tu estás haciendo lo mismo, sin
pensar que tu realidad, o montaje de idea, es muy diferente de lo que está
fuera. En el mundo. Si te enfadas o frustras conseguirás muy pocas cosas, por
no decir nada.
-Cada vez que piensas el progreso
de una idea, tienes que pensar en que puede ocurrir o no. Pero en ningún
momento será determinante de tu vida. Tú eres más importante que un
pensamiento, igual que un minuto es parte de una hora pero sin ser más o menos
importante que los otros cincuenta y nueve minutos. Por
mucho que nos aferremos a él.
-Entiendo lo que me quieres decir,
responde Juan, agradecido por contar con un amigo clarificador de ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.