miércoles, 16 de septiembre de 2015

LAS BOLSAS DE LOS OJOS


Juan y Paula son una pareja que han pasado la frontera de los sesenta hace cinco años. Unos ojos claros les identifican como personas transparentes, pero unas bolsas bajo sus ojos indican su sintonia ante la vida. Consiguen ser el apoyo que ambos se necesitan y logran consolidar una vida que antaño podría ser prescindible, el uno del otro. Hoy esto no es así, más que nada necesitan el apoyo del uno en el otro.
Las bolsas son para recoger cosas.
Juan tenía un trabajo dinámico, hasta que la empresa sesgo su vida laboral, en base a criterios económicos. Paula se ocupo de la casa y el cuidado de sus dos hijos. Cuando llego el despido la preocupación por el despido les paso factura física y mentalmente. Aparecieron los miedos y los temores por ver si podrían afrontar su futuro inmediato, según pasan los años se hacen un peso extra, los huesos aguantan cada vez menos y las articulaciones se sienten cansadas. Pero la situación de sus bastagos no era mucho mejor, lo cual aumentaba los anteriores.
Sacaron fuerzas de donde no las había, comprendieron la nueva situación y como afrontarla pero física y psiquicamente la vida les pasa factura y la incertidumbre se ceba con ellos.
Un cuñado suyo les iba enseñando la manera de afrontar la nueva realidad, el fantasma de la depresión planeaba continuamente por sus cabezas, hasta que sintieron el aire fresco penetrar por sus narices y oxigenar sus pulmones y como al expirar notar el fluir de los pensamientos negativos. Cuando fueron capaces de entender esta técnica su vida comenzó a cambiar, por supuesto que no solucionaba su situación pero si conseguía que ellos se encontraran en paz.
Curiosamente las bolsas de los ojos comenzaban a deshincharse y a sentirse mas ligeros. La respiración funciona.

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