Ana
sale a la calle con cierta incertidumbre. Tuvo un divorcio que, se
presento a primera etapa de su vida, y marco en cierta medida, el
trascurso de la misma.
Sin
darse cuenta repite historias y el final es bastante frustante.
Ese
temor hace que su vida este limitada pues existe algo que no le
cuadra, todo esto viene por este proceso que ella vivió con dolor,
pero que afortunadamente no lo transformo en rencor, pues este se
volvería sobre ella.
Afortunadamente
tiene un carácter afable, lo cual no le impide llevar una vida
normal, pero siempre hay ese algo que la marca en la consideración
de los otros.
Su
trabajo se dirige a ayudar a otras personas, con lo que le da un plus
de vigor, muy útil para vencer miedos, pero las situaciones más
insospechadas le traen el recuerdo, de su fracaso, así lo entiende
ella.
Cualquier
situación le recuerda, inconscientemente, su pasado y eso le muestra
intranquilidad, esa inquietud la lleva a no encontrarse plena en su
vida.
En
su vida sigue ayudando al resto de personas de su entorno con la
esperanza, de llenar ese vació, como cuando te acercas a un pozo muy
profundo y te crea un vértigo infundado, pues no hay posibilidad de caída. Pero automáticamente se dispara el miedo.
Ana
trata de controlar su mente, pero contra mas lo hace, peores
resultados le dan. Pues, en algunos casos, se transforma en obsesión
y aquí, ese pensamiento ocupa toda la cabeza. Y lo que te rodea
desaparece como por arte de magia. Es como si desapareciera tu
entorno para tener una única y dirigida mirada.
Hoy
Ana ha decidido cambiar, y se quiere llenar de todo lo que le rodea y
quiere trasformar esa incertidumbre en vida, por supuesto presente.
Una profunda respiración.
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