Con
su carro de la compra, va hacía el supermercado, en la mano derecha,
junto al asa del carrito lleva un papel enrollado donde ha indicado
las prioridades, aunque luego la compra de impulso hace llenar las
necesidades creadas, como el ambientador con pastillas de olor
floral, o el vino en oferta.
Juan
elige primero las prioridades y luego intenta salir sin repasar las
zonas de oferta.
A
pesar de todo, Juan, ha llenado la capacidad del utensilio con
ruedas, ahora hay que poner en la cinta sin fin que se mueve según
hay espacios vacíos. Coloca las cosas y una botella de vino que no
había visto la coloca en último lugar. Suelta el asa para sacar la
tarjeta de crédito y el carrito inicia su vida autónoma, resbala y
cae al suelo. Con ello hace que la botella vinicola ruede y se tope
con una pata con filo agudo, el resultado es manar vino y crear un
descolorado nuevo en el suelo. El encargado de la caja llama para que
vengan a limpiar y con la ayuda de papel retira los pedazos de vidrio
en su papelera, Al ser un vino tinto la mancha es más llamativa
impregnando el genero volcado. Como pueden van limpiando, gracias a
la ayuda del papel absorbente. Con las prisas no recoge su tarjeta y sale a la calle en busca del aire que cree haber perdido en la
compra. Sus pensamientos se quedan anclados en el percance acaecido.
Según sigue en su recreación, tropieza con un escalón y el utensilio vuelve a rodar. Nuevo esparcimiento de genero y la respuesta es una patada al mismo, que termina de sacar el contenido.
Con el agravante que una rueda sale de su lugar y se pierde en una
alcantarilla. Hoy todo me sale mal.
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