Cuenta
la historia que un muchacho venció a un hombre fuerte y poderoso con la ayuda
de una piedra, algo tan simple pero bien utilizado, tiene movimientos
diferentes.
La
astucia vence a la fuerza, normalmente la historia siempre es al revés pero existen
ocasiones en que ocurre siempre. Como cuando juegas a la lotería, tienes la
ilusión de que te toque pero sabes el resultado de primera mano.
La
ilusión por hacer un proyecto una idea, tiene tantas consecuencias a nivel
mental, que solo por el simple hecho de que pueden ocurrir es suficiente para
darlas la importancia que tienen.
Juan
quiere emprender un proyecto, sabe que todo lo tiene en contra, pero va a
luchar porque el mismo salga adelante, sin darse cuenta, todo ocurre para que
esto sea así.
No
se da cuenta que ha apostado por un caballo ganador, pues desde el principio va
destacado.
Desde
el principio existen muchas personas para darle su apoyo, tanto físico como de facilitarle todas esas cosas que necesita en su labor de realización del
proyecto.
Juan
cree que a veces esta en un sueño, pero cuando esté es tan sugerente y te
permite un estado de bienestar ¿por qué se va a romper?.
Sin
darse cuenta va involucrado a mucha gente, que de una manera u otra son parte de
su idea primitiva, él solo ha sido el motor, pero han hecho falta los engranajes,
las ruedas, el volante, el deposito de combustible, tantas cosas que no hubiera
sido posible, la culminación. De aquella pequeña idea casi etérea de la que
solo tenía el nombre.
Juan
va aprendiendo un montón de cosas que desconocía pero importantes. Su
camino de aprendizaje ha comenzado. Solo hay que seguir para que su día a día
se convierta en maravilloso. Solo depende de él.
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