Marcelo es un
emigrante italiano, que dejo su tierra evitando fantasmas de su
pasado. Lego a un pueblo de la costa y busco un local para
desarrollar su profesión, la peluquería. No le fue difícil
integrarse pues el pueblo esta lleno de emigrantes y jubilados
extranjeros que buscan las bondades del clima. El inicio fue difícil
pero su constancia y tesón hizo que se publicara una noticia en un
diario provincial. Aquello fue como un trampolín y comenzó a llegar
más y mas clientes. Hasta tal punto que tubo que contratar a dos
peluqueros más, que hacían el trabajo y el se dedicaba a mejorar el
negocio.
Cada vez tocaba
menos pelo y si más trabajo de oficina, con lo cual su espacio se
fue reduciendo hasta ocupar buena parte de su vida. Opto por comprar
una casa y la compra del local. Lo cual le llevo a un endeudamiento
que tenia que salvar.
Marcelo se vio otra
vez con su pasado y se sintió angustiado. Perdió su sonrisa, dejo
de hablar sus palabras en italiano, que tanto gustaban y comenzaron a
surcar las facciones.
Era un hombre de
éxito pero sin éxito personal.
Tenía que salir
adelante y decidió abrir otro local en un pueblo de al lado. Si ya
tenía poco tiempo ahora se reducía mas por los continuos
desplazamientos. Los empleados dejaron de identificarse con el
negocio y, por ello, los ingresos disminuían. La balanza se
inclinaba hacía el lado menos positivo. Marcelo decidió cruzar el
atlántico e iniciar su nueva vida. Dejo las deudas, el negocio y la
casa y tomó su maleta, esa misma con la que había venido. Cuando la
abrió solo tubo que meter un equipaje, se trataba de: los fantasmas
de su pasado. Sin solucionar, tenia que repetir de nuevo, nada más.
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