LA CARRERA

Junto a un árbol, realiza los ejercicios de estiramiento para preparas a los músculos del trabajo que se les va a exigir. Antonio va con su pantalón corto y su camiseta, transpirable, de deporte. Mira pero no ve, está concentrado en la carrera que iniciara dentro de unos minutos. Como tantos otros, se ha dado cita en esta carrera popular donde los intereses son muy diferentes, tantos como personas que lo corren. Desde los que desean el éxito de vencer a los demás, hasta los que se conforman con terminarla. Las voces de los altavoces animan a ponerse tras la pancarta de salida, dotados con un numero identificador con la publicidad de uno de las empresas anunciantes, se agolpan tras la cinta de plástico sostenida por dos jóvenes.

La salida se hace con un gran ritmo, es como si se hubiera estado encajonado durante muchos minutos y las piernas quieren liberarse, al salir cuesta abajo, invita a llevar un ritmo grande. Pero pronto destacan los que salen a ganar o quedar en una de las primeras posiciones. El resto es mucho más relajado cogiendo los huecos que le permiten tomar su propio impulso. Algunos acompañantes se unen para ser animadores, tendrán la oportunidad de verles en varios sitios, al ser el recorrido una elipse. Sus gritos de animo se hacen mas intensos con los conocidos, pero sino se dejan llevar de algún grito de animo para el que peor lo esta pasando. Algún coche muestra su disgusto por ver su camino cortado. Pero el colorido, el entusiasmo, el sudor y el esfuerzo realizado muestra un escenario del que es difícil abstraerse. En la llegada unos padres cogen de la mano a sus hijos para terminar los últimos metros. En general el esfuerzo sabe a victoria, lo de menos el puesto.