La verdad oculta, entre montones
de versiones que se asemejan a la paja escondiendo el grano. Precisamente esa
simiente hecha fruto, necesaria para apagar el hambre. Entre todo ese montón
aparece el preciado resultado, pero es necesario aventar, para que el viento
ponga a cada uno en su sitio y luego recoger selectivamente cada parte. Parece difícil
el proceso pues los rumores son mayores que el contenido principal.
Así la noticia de un acto se ha
ampliado y ha trascendido el entorno local del acto. Reporteros han creado una
noticia digna de ser compartida y probable primera plana de los titulares de
telediarios, periódicos y cadenas de radio. Se consigue que todo el mundo se
sienta con capacidad para opinar sobre algo, ciertamente lejano. Pero se adopta
a los patrones locales y se crean similitudes, aptas para ser compartidas.
El montón de paja sigue su
proceso aumentativo, como bola de nieve que va engrosándose según va cayendo
por la ladera nevada. La misma topara con un objeto duro que la desmembrara.
Pero ya hay personas que hablan de alud y de consecuencias inimaginables,
precisamente para desarrollar una imaginación un tanto bloqueada por tantos
filtros interpuestos.
Curiosamente esa verdad puede
languidecer y perderse entre tantos trajes y puede ser despreciada, por haberse
encontrado entre tanto resto. Se convierte en una cosa más, pierde su
importancia y termina diluyéndose en las aguas que lleva el río camino al mar.
A penas quedaran rastro y la
noticia dejara de tener importancia y se
quedara oculta. Quizás motivo de investigación de alguien interesado en
descubrir del contenido oculto de lo acaecido. Pero ahí se quedara como una
cosa que sucedió, donde todo el mundo opino y se convirtió en algo grande,
noticiable pero sin la identidad de la realidad pura, sino de la construida.
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