Ayer, parte del pasado, pensé en el mismo, Juan reflexiona con su amigo Marc. Somos esclavos de nuestras palabras, hechos y pensamientos.
Lo que estas diciendo es muy lapidario.
Cierto, pero es lo que determina nuestro futuro. Piensa que hay muchas personas quieren cambiar de ubicación para iniciar una nueva vida.
Lo dices como una huida...
Claro en el fondo, se trata de eso escapar de nuestra acción o estatismo.
Te refieres cuando dices de pensamientos...
Correcto los pensamientos también producen un estado que influye en nuestro comportamiento y por tanto en nuestro futuro.
Me resulta difícil, comprender ésto que dices ¿Un pensamiento puede desencadenar tantas cosas?
Marc creo que un pensamiento tiene una energía y esta es sencilla de traslucir, aunque tengamos cara de poker.
Pero en nuestras cabezas surgen multitud de pensamientos cada día, si esto es así, nuestra vida es como un barco de papel en una marejada.
Mira a tu alrededor y piensa en las personas que pasan cerca de ti. Luego me dices que impresión sacas.
Si Juan, pero traducimos la vida a un espacio donde cada uno representa un papel, como una obra de teatro...
Pero en la obra de teatro ya esta escrita, los actores solo representan lo apuntado. La diferencia es hoy, tu vas improvisando tu obra que a la vez influye en los otros actores que a su vez lo hacen sobre otras personas.
Me pierdo.
Piensa que formamos parte de un todo pero nosotros podemos cambiar el sentido de una parte esa tarta. Hemos adaptado todo lo que otras personas han pensado en el tiempo.
Repito, me parece una vorágine en la que es fácil perderse.
Cuando miramos una noche estrellada, ¿no nos perdemos?
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