El
mundo de usar y tirar se instalo en nuestras cabezas, con la idea de
dejar lo viejo para disfrutar de lo nuevo. Lo viejo se convierte en
un trasto por tanto hay que eliminar. Esto genera una gran carga de
residuos extra. La comunidad buscara un lugar, fuera de la ciudad,
donde se oculte y hasta se recicle, con objeto de darle una nueva
vida. Pero el pensamiento del: "todo es eterno", falla desde la primera
palabra. Todo es un valor parecido a englobar la existencia, pero en
realidad es una parte.
Allí
en aquel paraje escondido, montones de camiones se aferran en llevar
todo lo no necesitado, hasta comida. Es un nuevo santuario de la
opulencia. En países necesitados se va en busca de ellos para buscar
cualquier cosa, tanto para comer como para vender y obtener nuevas
monedad en los vacíos bolsillos.
Se
buscan embalajes lujosos que dignifiquen el producto vendido, dando
un empaque superior, pero solo valen para eso, presentar. Esto genera
más residuos pero lo importante es vender con la necesidad de
alcanzar la libertad, al poder optar para poder comprar diferentes
cosas, más poder tienes por ello, tu estado de libertad se eleva.
Olvidando la esclavitud generada por esa manera de pensar. Contra más
posesiones materiales tienes más engranado te encuentras,
necesitando de otros mecanismos para escapar de esa sinrazón.
Todo
lo significado como poder se vuelve en contra de uno, mientras los
vertederos se van llenando y buscan otro paraje para seguir
engullendo el pensamiento actual.
El
objetivo es tener más dinero para poder seguir en la espiral
enredadora, como única solución.
La
mochila se va llenando de cosas superficiales y tenemos que llevarla
durante muchos días, nuestro esqueleto padecerá el peso soportado y
nuestra figura erecta se va doblando como un arco.