Juan estudia la teoría del
parasitismo y como se puede extrapolar al genero humano. De todos es sabido que
la palabra en concreto tiene unas connotaciones negativas a la vista de todos,
pues es aprovecharse de una o más personas en beneficio propio.
Sin embargo, Juan, encuentra que
la sociedad contempla el uso del parasitismo, sobre todo en grupos de personas
por edad o deficiencia física o mental, no pueden acceder al ritmo normal del
conjunto. Pero cuando es en alguien apto que se aprovecha, para obtener unos
beneficios o no trabajo, cuando se le critica y se le deja de lado. Pero
existen personas como son algunos famosos que viven de su imagen, más o menos
pasada, pero que les vale para sentir a su ego en un valor en alza o
estabilidad.
La palabra aprovechar es sinónimo
de abuso. Cuando se pronuncia saltan todas las alarmas, pues el egoísmo no está
bien visto.
Juan descubre que hay sectores
como los políticos o funcionarios a los que se les aplica, sistemáticamente,
este termino. Pero ¿todos los que
asisten a un encuentro de fútbol son unos borregos? Se generaliza para quitar
un problema de discriminar a unos de los otros.
Anota todos los pros y los
contras en dos paginas diferentes en busca de un acuerdo, pero se encuentra que
no se pueden mezclar las mismas. Que cuando se enjuician palabras, actitudes o
personas caemos en un pantanal del que es difícil salir, pues es diferente
tanto a seres como cosas. No es posible y por tanto tiene que salir.
Juan quiere ir un poco más allá y
se da cuenta que ¿porque hay que convertirse en jueces?
¿Cual es nuestra necesidad de meternos
en un plano que no nos corresponde?.
Juan comprende que las
interrogantes son: ver la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.