viernes, 16 de diciembre de 2016

EL MERCADILLO






Hoy es día de mercadillo, en nuestras mentes esta que este tipo mercadería se aplica a genero que se puede encontrar más barato, por tanto una oportunidad para ahorrar dinero. Pero aquí la cabeza comienza a hacer trastadas, pues lo que en teoría ahorras lo derrochas en la compra de otras cosas que pueden resultar económicas pero nunca necesarias, por mucho que tu cabeza trate de hacerlo.
Ana y Juan les gusta recorrerlos en diferentes zonas, a veces, encontrándose los mismos puestos.
Los comerciantes siguen el sistema antiguo de vociferar los artículos con algún chascarrillo que les haga aparecer atrayentes, cuanto menos que el público visite con la vista su puesto. La mayoría de las personas van sin un objetivo claro, pero siempre existe algo que les crea necesidad. Cuando esta idea se anida en la cabeza se convierte en una urgencia que satisfacer y el bolsillo será el encargado de hacerlo. Normalmente Ana y Juan quieren ver el teatro que se forma con esas necesidades curiosas de la gente, manifestada en forma de comentarios, ya sea con su pareja o con el vendedor, que se hace cómplice de esas necesidades.
El precio siempre es el argumento esgrimido para hacerlo. Llegado al área de la fruta y verdura. Los desmanes son mayores, pues se consiguen mejores precios, siempre que se aumente el número de kilos comprados, aquí llega la tragedia porque personas mayores se ven, según su criterio, abocadas ha hacer grandes compras, lo que genera volumen y peso. Para dolor a sus maltrechas articulaciones, sin darse cuenta que el ahorro llega en forma de desperdicio por no haber podido consumir.
Pero con la razón de: es tan barato, que como no se va a aprovechar la ocasión. Ana y Juan lo contrastan una y otra vez. Sin gran comprensión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.