lunes, 29 de febrero de 2016

LA ABSTRACCIÓN DE CARMEN






La muchacha risueña, alcanza la edad de dieciocho años. Todo el mundo creía que con esa edad cambiaria y se haría más madura. Pero llego la fatídica edad en la que sí o sí cambias, a efectos sociales y también a efectos hormonales. Como si cada persona tuviéramos un tiempo y por ello, debemos cumplirlo a rajatabla. Carmen ha pasado esa etapa hace un par de días pero ella sigue siendo una persona ilusa, muy confiada y que está “en su mundo”.
Todo esto la encasilla en su etiqueta de inmadura, lo cual la aleja del modelo social de comportamiento, por ello al salir de la escena se convierte en “para escena”, alejada de la normalidad. “bicho extraño”. La malicia no entra dentro de sus haberes.
Carmen puede estar en una biblioteca estudiando tareas o poner su cara apoyada sobre la mesa y tender una sonrisa, maquillada por sus gafas de pasta negras con grandes cristales, que justifican su incipiente miopía.
Sus amigos la ven divertida pero un poco abstracta, lo que hace que no sea la persona elegida para ser la persona en la que depositar confianzas.
-       Claro, Carmen siempre está en su mundo. Con ella no se puede contar. Son comentarios de su círculo más privado.
La facilidad de abstraerse es un motivo de envidia de esa virtud. Puede viendo el paso de un coche por la carretera, quedarse abstraída, o mirando un arroyo o las nubes o las personas que pasan mientras ella está sentada en el banco del parque. Otros no son capaces de salir por algún momento de su rutina y se fustigan con el látigo.
Un día, mientras pasaba un paso de cebra quedo parada en medio y un coche, que no preveía ese parón, la arrolla.
La sangre y el dolor cambiaron.

jueves, 25 de febrero de 2016

EL CARRO FLORIDO






El carro del supermercado, indebidamente cogido para ir recogiendo la chatarra que se aloja en los diferentes contenedores de basura, en las diferentes calles. Hoy tiene una nota de color, un ramo de rosas de plástico, compite con los grises y los cromados que se alojan en su interior.
Está en medio de la acera esperando que su conductor vuelva de comprar algo de comida en una tienda de alimentación. Toca reponer fuerzas. Ha dejado unos guantes, que en su tiempo eran cerrados y tenían un color más claro. Un gancho de hierro con el que facilita atraer los objetos que se encuentran en la parte baja de los contenedores y un gorro de lana, con utilidad de quitar el frio y evitar tiznarse con la basura orgánica. Una bolsa acoplada a la parte donde se ponen las manos, sirve para alojar objetos más delicados. Con la caída de la tarde hay más objetos, pero el frio reinante aleja hasta la mañana siguiente. En un mismo barrio se llegan a contar veinte visitas diarias, en busca de cualquier cosa que pueda ser vendida. Y hay saludos que parecen advertencias para evitar quitar a los que llevan más tiempo desarrollando la labor recuperadora. A esto se unen furgonetas y coches que buscan papel en los contenedores, donde el que tiene el cuerpo más delgado se introduce por la ranura de depósito y va eligiendo desde dentro, los periódicos y papeles que se los pagan mejor que el cartón.
Pero el carro con el ramo de flores da un colorido especial, aunque de lejos el material que lo forma tira un poco para atrás. De la tienda sale una muchacha, embutida en ropa superpuesta y que claramente indica su origen. De su boca saca una sonrisa cuando se ase de su carro.

miércoles, 24 de febrero de 2016

EL PASEO






Juan elige el mismo camino, para pasear, durante años. Si le preguntas porque no elige otro, su respuesta es la misma: este es por donde voy desde hace mucho tiempo, no tengo la necesidad de cambiarlo. Casi he aprendido a contar los pasos. Porqué he de cambiar.
Curiosamente empieza su caminar con el mismo pie, las paradas son en los mismos sitios, hasta los saludos son de las mismas personas que también tienen sus mismos hábitos. Si algo les ha retrasado, se ponen nerviosos y hasta suspenden el mismo.
El ritual se suspende, por no encontrar las mismas circunstancias, independientemente de los aspectos climáticos. Al coincidir con otras personas y en diferentes sitios, se van autoafirmando que están en lo correcto, su posición es la adecuada.
Un día, la calle, por la que suele pasar está cortada por una avería de una tubería de suministro de agua. Juan comienza a ponerse nervioso, su corazón lleva un ritmo acelerado, su frente se empieza a llenar de gotas de sudor y un profundo mareo hace que no le dé tiempo y caiga al suelo, golpeándose con el bordillo y abriendo una brecha en su cabeza, enseguida se empieza a arremolinar gente que tratan de contener la hemorragia con pañuelos de papel. Una bayeta húmeda con hielo hace recrobar la consciencia de Juan y le tranquilizan con la llegada próxima de una ambulancia, que se hará cargo de él.
No pasan dos minutos y los destellos y el ulular de la sirena, llegan. Lo primero elevar los parpados para comprobar si hay daño cerebral. La respuesta es hay que trasladar al herido lo más rápidamente posible.
En el suelo pañuelos impregnados en el rojo de la sangre, sustituidos por gasas impregnadas.
Hoy el paseo se ha modificado. Juan se aferra a la vida.

martes, 23 de febrero de 2016

JUVENTUD SIN FUTURO






Alguien dijo, una vez, es una juventud sin futuro. Como una losa esa afirmación se fue metiendo en el subconsciente de los mismos. Y algunos adaptaron la etiqueta y ven pasar la vida como sin con ellos no fuera la cosa.
A esto se unió el concepto de usar y tirar propio de la sociedad consumista, es decir de todos. Con lo cual se integró el concepto de lo poco que vale todo aunque tenga un valor económico alto. El paso del tiempo lo devuelve en más barato y alcanzable para más bolsillos. El ocio, los sentimientos se impregnaron de esta mancha de aceite, que poco a poco impregna todo el tejido.
Juan está desempleado, es un joven que abandono los estudios pensando que había modos de triunfar o tener una posición económica, mejor. Sin el esfuerzo de memorizar cosas que no le motivan nada. Se levanta tarde y luego se reúne con amigos que están en la misma situación. Donde la amistad es fruto de la unión de circunstancias similares, realmente es el único móvil que les acerca.
El poco dinero que tienen es el que le dan sus padres, que no consiguen motivarles. Frente a unas cervezas sacan la rabia y la frustración acumulada. Pero se diluye en una vuelta a casa para comer. El talento de cada uno se pierde en chapuzas que siempre salen pero no consiguen llenar la seguridad que les puede dar un trabajo más o menos estable.
Juan no tiene hermanos, es hijo único y con sus padres no hay un buen dialogo, pues piensa que le están juzgando continuamente, con lo cual ha tomado la decisión de no hablar. Todo se queda dentro, solo sale en forma de desprecio, cada vez que manifiesta una opinión. Las palabras se convierten en vomitos.

lunes, 22 de febrero de 2016

AISLAMIENTO




La verdad es que nos hemos vuelto impermeables, cualquier cosa que sucede a nuestro alrededor es como sino fuera con nosotros.
Vivimos en nuestro mundo aislado y precisamente ese sentimiento nos hace más vulnerables, por hacernos encontrar en soledad. En nuestro paso por el día pasan a nuestro lado personas que nos solicitan ayuda económica, la respuesta es mirar hacia otro lado o simplemente negar con la cabeza. Da igual la excusa para pedirte dinero la respuesta será la misma, parece como si nuestros oídos se bloqueasen y nuestra vista niegue lo que percibe.
Tantas veces nos ponemos ese repelente de agua o ideas, que nos recoge en un sentimiento al que no debemos rendir pleitesía. El hombre es un ser social, cuando se le aparta y se le individualiza deja de comportarse como tal y se vuelve huraño huidizo, con el pensamiento que todo el mundo, busca aprovecharse de uno.
Que ciegos estamos cuando vemos nuestras ciudades o nuestros pueblos y vemos que todo lo que existe es por la cooperación entre personas, unos en una materia y otros en otra, pero gracias a ella podemos disfrutar lo que tenemos, casas, agua, comida, transporte y un largo etc que nos llena nuestra vida. Por ello si seguimos en la línea de invisibilidad, de la individualización. Nos alejamos más de alguien tan cercano como otras personas que conviven, de una o de otra manera, con nosotros.
Recuerdo muy bien la otra mañana como un hombre tirado en la acera, con el suelo mojado, de la noche anterior, y la gente salvo uno que le preguntaba cosas, pasábamos por los alrededores, sorteando su cuerpo.

Ya había una persona que se ocupaba de ello, hay que seguir nuestra rutina diaria. Estaba consciente y una sonrisa indicaba que el alcohol le venció. Seguíamos.

domingo, 21 de febrero de 2016

LA PLANTACIÓN DE ÁRBOLES






Se reúnen para plantar árboles en su pueblo. El objetivo es llenar el pueblo de árboles para conseguir su preciada sombra en los duros meses de verano. Cada año desde hace tres se van poniendo nuevos ejemplares, unos resisten y se llenan de hojas, otros, que se les olvido regar, perecen.
Cuando la tendencia de los pueblos pequeños es perecer en el olvido y todo se va deteriorando, alguien se le ocurre invertir el proceso y que sea un lugar de encuentro, donde los hijos y nietos de los pobladores regresen, aunque sea unos días y en fechas concretas. Unos traerán a sus amigos y entre todos se quiere lograr el objetivo.
El pueblo tiene pocos habitantes, llegan al centenar, pero los días de encuentros se llegan a quintuplicar, alojándose en las diferentes casas o en el único alojamiento rural, dotado de cabañas aptas para todo tipo de clima. Y su restaurante que lo hace como punto de reunión.
Los árboles son un símbolo de vida, por ello plantarles es el deseo del mismo. Solo un grupo de emigrantes se ha aventurado a venir a este pueblo y sus integrantes se adaptan a los puestos de trabajo que ofrecen, los agricultores fijos. Otros se trasladan de la capital relativamente cercana.
El pueblo cuenta con una tienda de venta de comestibles, para los olvidos que no se han conseguido en los grandes supermercados y de la gente mayor que no cuenta con la ayuda de los coches.
El centro médico se encuentra en un pueblo más grande y el hospital en la capital de provincia.
Todo aísla a salir del punto pequeño, pero el paro y la escasa oferta de trabajo invita a coger los recursos que otros sitios pequeños cuentan.
La solución comienza con la plantación de los maravillosos árboles.