ANA Y LA BELLEZA

Sin duda, Ana se siente la mujer mas guapa del mundo. Realmente es una atractivo que la ha dotado la naturaleza, pero con el paso del tiempo se ha  autoafirmada, lo cual siempre, lleva el peligro de creérselo y por tanto encontrarse por encima de los demás,
Sus andares no son normales, sus movimientos son diferentes, ella se siente superior a la media de las mujeres por tanto tiene que comportarse diferente a las demás. Las mujeres son sus rivales por ello no las presta mucha atención, prefiere la exhibición ante el genero masculino.
Sus movimientos son lentos, como los de una persona que no quiere molestar, pero que es diferente a otros.
Evidentemente, Ana, no pasa desapercibida. La belleza ha relegado otros aspectos de su cerebro. Gracias a ella quiere los obtener las beneficios económicos que la permitan vivir desahogadamente.
Como no todo el mundo puede estar a su nivel, lo cual le acarrea un sentimiento de soledad e incomprensión, no tiene problemas para comunicarse con nadie, pero su propia forma de ser, la está limitando y muchos días se llega a encontrar sola, aunque su teléfono este funcionando continuamente.
Silvia es una chica bajita con exceso de peso pero un encanto extraordinario. Se acerca a Ana y la pregunta si pueden hablar un rato.
La respuesta es de rechazo.
-No tengo tiempo.
-No se porqué pero creo que nos vendría bien a las dos.
Ana acepta con desgana y van a una cafetería cercana, piden unos cafés y se sientan en una mesa alejada, en una esquina.
El que hablaron, no se sabe pero salieron a las dos horas con una sonrisa, ambas que puede derretir cualquier hielo. Se dan un beso y toman caminos diferentes.
No se sabe porqué, pero Ana camina  diferente. Silvia, también,  sigue sonriendo